martes, 3 de marzo de 2009

Tendencias de las Formas de Organización Social de la Ciencia y la Tecnología en América Latina

Para desembarcar en la isla de la sabiduría,hay que navegar en un océano e aflicciones. Sócrates
Los estudios y tendencias sociales sobre ciencia, tecnología y sociedad (CTS) en América Latina constituyen desde hace aproximadamente cinco décadas una corriente de investigación filosófica y sociológica. Con las TCS se trata de entender las relaciones entre esta trilogía y sus consecuencias. Pero es a partir de la década de los 80 cuando en los países iberoamericanos se consolida esta tendencia, tratando de imitar las iniciativas de otros países.A pesar de esto, la sociedad del siglo XXI busca en su conjunto, transitar por mejorar las condiciones sociales lo que implica elevar la percepción de ciencia y tecnología en el campo educativo y social, esta actividad tiene su motivación en la búsqueda y descubrimiento de nuevos conocimientos, así como también en la producción de resultados para ser difundidos, aunado a esto, desde hace un poco más de dos décadas, se anuncia el advenimiento de una nueva sociedad, la sociedad del conocimiento, la sociedad de la información, con sus consecuentes transformaciones económicas, políticas, sociales y culturales, que cambiarán no sólo el patrón o modelo de hacer las cosas, sino también de pensarlas. En este sentido, la concepción clásica de CTS es obtener el bienestar social.Más que una yuxtaposición de estos tres conceptos, lo que se busca es una perspectiva que trate de mantener una armonía de la interacción entre ellos y a lo largo de la historia ha promovido la participación y el control social. Es por ello que López (1998) habla de que se debe “desmitificar la ciencia y la tecnología situándolas en el contexto social en el que se desarrollan, mostrado los valores, intereses e impactos sociales que hacen de la ciencia y la tecnología una actividad terrenal que va más allá de la mera búsqueda del conocimiento”. Entonces simplemente se trata de cambiar la forma en cómo se hacen las cosas, de manera que se realicen asumiendo el desarrollo social como un proceso continuo, en donde su capacidad para generar nuevos conocimientos contemple estas nuevas tareas.Bajo esta reflexión, las TCS son herramientas que en conjunto se han dispuesto para hacer mejor la vida social y cultural, resolviendo problemas de la vida cotidiana propiciando transformaciones que simbólicamente intervienen en la forma de pensar y vivir. Es así, como se busca transitar en mejores condiciones hacia una inserción dinámica de la globalización, perspectiva social de este siglo. Esta reacción, se consolida en diversos campos, pero en el ámbito académico ha desarrollado gran influencia pues autores destacados como Barnes, Bloor y Collins propusieron y desarrollaron un trasfondo de esta reacción político social.Collins (1990) expresa que “la controversia en la ciencia, refleja la flexibilidad interpretativa de la realidad y los problemas abordados por el conocimiento científico, desvelando la importancia de los procesos de interacción social en la constitución misma de esta realidad o en la solución de problemas” es decir, que la tecnología deja de ser un elementos aislado o independiente, para formar una corriente tecnocientífica estudiando los factores sociales.Es una realidad que dentro del mundo complejo de esta sociedad cada día mas dinámica y avanzada, el estudio interdisciplinario entre la ciencia y la tecnología es obligante para comprender mejor la apropiación del conocimiento, el desarrollo y el progreso de la humanidad, porque no se puede abordar la sociedad, el hombre y la naturaleza de forma parcelada, por lo que resulta pertinente considerar el paradigma Biocéntrico, centrado en la vida, la responsabilidad y la verdad; donde la ética tiene un gran valor frente al desafío de las ciencias por conocer nuevas cosas.Se hace notorio que hoy día la sociedad busca niveles más altos, lo que ha permitido que la interacción entre ciencia, tecnología y sociedad sea cada día más intensa, pues como lo señala López (1998) “se debe fomentar el estudio de las ciencias y la tecnología, para favorecer el desarrollo y la consolidación de actitudes y prácticas democráticas en cuestiones de importancia social relacionadas con la innovación tecnológica o con la intervención ambiental”. Bajo esta consideración, es notorio que la ciencia y la tecnología se han convertido en ramas complementarias en la vida y el progreso, constituyendo un poderoso pilar del desarrollo cultural, social, económico y en general de la sociedad; representando un proceso de transformación paulatina a lo ideal.Este punto, va más allá de las diferencias entre las sociedades, pues como lo expresa Bloor (1976) originalmente “lo verdadero y lo falso, los hechos y los artefactos, sino que es necesario encontrar un punto de vista simétrico entro el mundo social y el mundo natural”, es decir, la sociedad busca mantenerse en armonía y sintonía con la evolución de la misma, lo que explica que la sociedad busca el conocimiento procurando mejorar su nivel de vida ante el mundo que lo rodea y mantener un dominio más eficaz del mismo mediante el desarrollo constante de la ciencia y la tecnología no solo para el presente sino también para el futuro.Los estudios en América Latina sobre ciencia, tecnología y sociedad han constituido una corriente para investigaciones en las áreas de filosofía y sociología, para tratar de entender los aspectos sociales del fenómeno científico-tecnológico en lo que respecta a sus condicionantes sociales, consecuencias y ambientales; abarcando un campo de trabajo bien consolidado por la importancia social, cultural y política que le atañe. Es por ello que en la última década parte de la sociedad latinoamericana ha sido objeto de un intenso cambio político tendiente a la participación ciudadana atendiendo la demanda social a la práctica, innovación, uso y acceso a la ciencia-tecnología sobre todo dando la oportunidad las comunidades menos favorecidas. Atendiendo de esta manera la demanda social en cuanto a las políticas de ciencia y tecnología.Vaccarezza (2000) señala que la ciencia, tecnología y sociedad actualmente representan un “campo de reflexión, de preocupaciones intelectuales, sociales y políticas” es decir, que el movimiento en relación a esta índole esta tomando un tratamiento que ha llevado a los países en vías de desarrollo a repensarlo como área conocimiento, estableciendo propuestas al desarrollo respecto tratando de lograr una uniformidad social y una aproximación colectiva al pensamiento latinoamericano sobre la CTS.El estudio del impacto social de las CTS, se ha transformado por entrar en un análisis de la aplicabilidad y las condiciones políticas precisando el impacto y el contexto en el que se desarrolla considerando el nivel cultural en relación al proceso de desarrollo de ciencia-tecnología y la adopción de valores de las relaciones en las CTS, las cuales demuestran probabilidades de desconocimiento en este aspecto lo que hace resulte un proceso ciego en la mayoría de los casos. A esto hay que añadirle la idea de Barnes (1995) en cuanto a “ampliar y modificar el conocimiento, como cuestión de rutina (CTS), como una práctica habitual de una ocupación específica”.La ciencia y la tecnología tienen un destino social directo, por lo tanto deben responder a las demandas de los grupos sociales de un contexto determinado, es por ello que la relación de la CTS son una dinámica que muestran influencia mutua por lo cual se encuentran vinculadas provocando surgimiento del campo de la investigación de la CTS y de sus consecuencias para la cultura, vida y el bienestar social. Entendiendo por cultura, la cultura científica que como señalan Vogt y Polino (2003) “no es un atributo de individuos sino de sociedades, y aunque las sociedades están formadas por individuos no se podría afirmar que cada individuo representa a la sociedad, y por lo tanto, al conjunto de su cultura, sino que cada uno de ellos mantiene una relación con la sociedad que es irreductible tanto a la sociedad como al individuo”, en este sentido, la CTS como cultura debe incorporar no solo el conocimiento sino también la práctica de las mismas, lo que destaca la importancia en los métodos de enseñanza como herramienta para formar talento humano creativo, científico e innovador.Orientado el tema al ámbito educativo, la CTS tratan de dar respuesta a las corrientes sociales y de investigación, López (1999) señala que “la enseñanza de la ciencia y la tecnología aparece en los años 70 primero en educación superior luego en la secundaria”, pero indistintamente del nivel o modalidad educativa en Latinoamérica se deben estimular en los estudiantes el estudio y valor de las mismas con responsabilidad crítica para fortalecer el desarrollo de la inteligencia, los conocimientos y las capacidades asumiéndolo como un nuevo tipo de cultura para promover la investigación beneficiando al conjunto social creando condiciones de avance, pues la CTS se encuentran unidas por las necesidades y deseos sociales. Al respecto, se cita a Vaccarezza, Polino y Fazio (2000) quienes presentan una opinión que lleva a la reflexión, ellos expresan que,La ciencia y la tecnología como partes de la sociedad y condicionados por ésta, lo que interesa es analizar en que medida alcanza una nivel de integración suficiente como para convertirse en contenidos que se expresan en las prácticas generales de la sociedad y en componentes del sentido común de sus miembros.Y que mejor que la educación de la presente y futuras generaciones para cumplir con este propósito, trabajando en función de uno y a su vez de todos para satisfacer las demandas sociales.En el caso especifico de nuestro país, la CTS esta jugando un papel protagonista en el desarrollo vinculado con la investigación dando los primeros pasos ante un desarrollo científico-tecnológico dando cierta autonomía al desarrollo venezolano, esto, como actividad estratégica de las políticas de estado en relación al ministerio del poder popular para ciencia y tecnología democratizando los beneficios y aplicaciones en los diversos entes públicos incluyendo los educativos en sus distintos niveles.Gracias a estas políticas, la participación ciudadana en relación a la ciencia y tecnología se ha vuelto más constante al incorporarla a la vida cotidiana para alcanzar mayor bienestar y compromiso para dar respuestas a los problemas sociales presentes en el país trabajando en conjunto para el bien común, beneficiando, impulsando y construyendo una cultura científica monolítica notoria, fortaleciendo espacios de acción y reflexión para firmar el conocimiento en la sociedad.Como es notorio, la ciencia, la tecnología y la sociedad son un propósito de estudio sociológico y filosófico principalmente para la regulación social partiendo de los diversos actores sociales, cultura, economía y política; pero las instituciones educativas en todos sus niveles son el principal instrumento para participar de manera activa en la consolidación del conocimiento e indagar más en el mismo.