domingo, 24 de febrero de 2008

Una Mirada al Hombre desde las Organizaciones

Grupo no Asistido Nº 1. Memoria Crítica

A manera de Introducción

En este instante haremos retrospectiva, razonado en la historia referida por los ganadores, lo cual nos lleva a decir que en épocas muy antiguas el hombre gozaba de libertad plena, - estamos hablando de prehistoria – debido a que no estaba condicionado por regulaciones que le privaban de ciertos “regalos y/o gustos”, sin embargo con el transcurrir del tiempo hasta llegar a nuestros días, y a consecuencia del crecimiento demográfico, el hombre ha delineado una serie de normas, leyes y constituciones que regulan su libertad, y ha creado organizaciones vigilantes del cumplimiento de las ordenanzas. A la vez, ha tenido que reestructurar o adaptar las normas y las organizaciones para poder sobrevivir a los cambios que se dan en las sociedades.

Comenzamos de esta manera, para llegar a una serie de interrogantes, que consideramos son nuestros objetivos: ¿El ser humano es libre? ¿La regulación y el control nos dan libertad? ¿Las organizaciones se adaptan a los cambios? ¿En qué momento alcanzamos nuestra libertad?, y una última pregunta, que imaginamos es la más importante ¿Por qué las organizaciones no dan respuesta, si estas se adaptan a los cambios para “atenuar” las inestabilidad y/o las perturbaciones?

Por lo señalado, trataremos de dar respuesta a las incógnitas trazadas, partiendo de los planteamientos que hace Beer en su capitulo uno y seis del multimedia “Diseñando la Libertad”, así como desde enfoques realizados por otros autores sobre la temática planteada.

El Testimonio

A lo largo de la exposición que hace Beer en los capítulos uno y seis él señala, la manera como las organizaciones han ido evolucionando desde un proceso de adaptación, regulación y control, y de esta manera sobrevivir a los cambios generados por la inestabilidad de la variable y la incidencia de las perturbaciones. Esto nos indica que las organizaciones son dinámicas, y así lo ejemplifica el autor al señalar que: “las instituciones como la familia, la escuela, las ciudades, no son únicamente cosas, son sistemas dinámicos y supervivientes debido a que poseen la capacidad de adaptarse a los continuos cambios”.

En consecuencia, Beer presenta el tema de las organizaciones para, realizar un análisis sobre las instituciones que tenemos y poder determinar si éstas se adaptan al contexto al cual somos sometidos a cada instante o si solo tienden a desaparecer como el caso de las olas. Así mismo establece que los organigramas no deben representar a la institución como si se tratara de engranajes, bombas, sino de personas, de relaciones humanas. De este modo se puede deducir que, lo trascendental en una institución es su desenvolvimiento.

Por otro lado, Beer nos explica que “el problema de nuestras instituciones reside en la incapacidad para responder a tiempo, para aprender a tiempo, para adaptarse y para evolucionar” esto supone, que existe una resistencia al cambio o como lo señala Beer, no existe un proceso para liberar nuestra mente. En este sentido, la tesis que nos plantea es que “la civilización se hunde por su propia ineficiencia”.

Lo expresado, admite aseverar que si no tenemos una mente abierta que aspire a la eficiencia para poder solventar los inconvenientes que nos agobian, podemos entrar en la inestabilidad absoluta y nos incorporaríamos en la catástrofe como el ejemplo de la ola.

El Trasfondo

El autor durante su discurso – de una forma poética, narrativa – nos presenta dos temas, uno explicito y otro implícito. El tema explicito es la visión de las organizaciones y de la manera como estas ejercen mecanismos de regulación, control y adaptabilidad para atenuar las variables y las perturbaciones y así sobrevivir en un mundo que cambia constantemente y no llegar al destino de ola; es decir a la catástrofe.

El segundo contenido que nos esboza esta implícito, y es, sin dudar, el tema de la libertad. El señala las categorías que definen la libertad y nos muestra como el hombre cada vez es menos libre a consecuencia de su misma voluntad de ser libre. Es decir, el hombre ha diseñado sus organizaciones y hoy se ve amenazado por estas, en consecuencia su libertad le ha sido castrada.

La Mirada

Retomando los apartados anteriores concernientes a la evolución de la humanidad, debemos aludir que el hombre en su libertad plena ha diseñado estructuras que regulan su modo de vida. Esto lo ejemplificamos con un sistema dinámico conocido como lo es la familia, ésta ha sobrevivido desde épocas pasadas hasta nuestros días, siempre regulando (entendida como establecimiento de normas, leyes, ordenanzas) y controlando (entendida esta como la vigilancia, supervisión, investigación) sus modos de vida para que esta sea más armónica y así sobrevivir a los cambios continuos a los que está sometida.

De igual manera, el hombre en su proceso de evolución ha instituido organizaciones las cuales le han servido para darse respuestas en los momentos que necesita de ellas. Sin embargo, las eventualidades o inquietudes del hombre han crecido en la misma medida que la población y las instituciones se han quedado estancadas o estáticas a tales cambios, por ello el hombre ha recurrido a lo que se llama la adaptación y de este modo logra tener contestación.

Cabe señalar, que no basta con generar procesos de adaptabilidad, también es necesario crear la regulación y el control de las instituciones u organizaciones, debido a que sino se realizan, se puede caer en un problema tan grave que nos llevaría a la catástrofe como es la burocracia, no queremos dar por sentado, que los procesos de regulación y control son la panacea que permitirá no tener niveles burocráticos, pero si creemos que los puede amortiguar.

En este sentido, la pregunta que formulamos es ¿el conflicto de la burocracia es un dificultad de la organización o es un problema de las personas? Esta interrogante tiene semejanza con la que redactamos al comienzo la cual mencionamos nuevamente ¿por qué las organizaciones no dan respuesta, si éstas se adaptan a los cambios para “mitigar” las inestabilidad y/o las perturbaciones? La respuesta es – y así lo creemos – muy sencilla el problema no es de tipo organizacional, no es de estructura, tiene algo de ello, pero el problema radica principalmente en quienes laboran en la organización, Beer lo señala claramente el hombre se hunde por su propia ineficiencia, él es el único ser responsable de la no atenuación de la variable. Es paradójico, él crea la organización para tener respuesta y él mismo se niega la respuesta y genera la inestabilidad y finalmente termina culpando a la organización por la ineficiencia, sin saber que en realidad la ineficiencia no es de la estructura sino de la persona.

Por lo señalado, es que, podemos decir, que somos abogados de la organización, de la estructura. Las instituciones pueden ser verticales u horizontales, pero ellas siempre tendrán grados de burocracia y de inestabilidad mientras el hombre no sea capaz de tomar conciencia y afrontar los cambios. En este sentido, podemos afirmar que la libertad va a depender de la disposición que tengan los seres humanos de cambiar, de abrir las mentes, de no vivir según Beer, restringidos por las limitaciones de nuestro propio cerebro, es por ello que apelamos a los planteamientos de Rousseau cuando nos invita a salir de la minoría de edad y para ello debemos cultivar la ilustración.

Lo mencionado, nos deja una incertidumbre ¿el hombre es libre?, en este sentido, estamos convencidos que este es precisamente el tema central del trabajo de Beer. Si consideramos que la instrucción es la que nos abre la mente y en consecuencia la libertad, entonces podemos afirmar que no somos del todo libres y por ello resaltamos que la libertad se diseña sobre la base de lo que queremos pero para saber lo que queremos debemos tener la mente abierta.

En efecto, cuando las organizaciones ya no dan respuestas para aminorar la variable y las perturbaciones es que una mente abierta permitirá pensar en función de la adaptabilidad, regulación y control, para que se disminuyan los grados de inestabilidad y así no sucumbir en la catástrofe a la cual está condenada la ola. Por tanto, quién amenaza a nuestra libertad en este mundo cibernético, somos nosotros mismos.

En conclusión, afirmamos que los planteamientos de Beer enfocados en el estudio de las organizaciones, desde su estructura, adaptabilidad, regulación y control, aparte que permiten la atenuación de la variable y las perturbaciones, generan los grados posibles de libertad del ser humano, pero este último, es el responsable de mantener elevado ese grado de libertad, en la medida que tome conciencia y tenga la mente abierta para afrontar los cambios y no hundirse en su propia ineficiencia.