jueves, 22 de mayo de 2008

EL DESAFIO ETICO EMANIPATORIO DE LA COMPLEJIDAD

RESUMEN CRÍTICO ANALÍTICO

Yuraima Matos de Rojas C.I.N°: 9.003.946

Grupo 1. Núcleo Valera. entrem@ieutikes8


En los albores de una dinámica social comunitaria el libro de Ovidio Hernández presenta un reto teórico y práctico, el cual tiene como propósito enfocar las ciencias sociales desde el paradigma emancipador latinoamericano con la perspectiva de la complejidad hacia la autogestión social, nutrida de procesos de la práctica cotidiana y la subjetividad social a través de la investigación acción-participativa. Cabe destacar que en los dos capítulos, I y II, desarrolla dos grandes ideas, como son: una, el paradigma emancipador latinoamericano, sustentada en planteamientos sobre la pedagogía de la liberación, la educación popular, la relación cotidianidad-utopía en el paradigma emancipador y la investigación acción-participativa como método; otra es la complejidad y los procesos autoorganizativos, subjetividad y praxis social, donde aborda la sociedad, praxis y transformación social, integración social y complejidad, identidad y contradicción como formadores de la cultura. Ideas que se desarrollan a continuación.

El Paradigma emancipatorio Latinoamericano, lo sustentan diversas corrientes del pensamiento crítico, la complejidad, la pedagogía de la liberación, la investigación Acción-participativa desde los teóricos: Gramsci, Foucault, Habermas; señalando a Paulo Freire, quien desde sus diferentes elaboraciones fue configurando la corriente de la educación popular, la cual para la autora Pérez, la enfoca como un pensamiento pedagógico, apostando a la educación como herramienta transformadora de la cultura.

Hace referencia a los riesgos y retos de los procesos de participación que más que propiciar una conciencia crítica popular llevan a una conciencia no reflexiva o sometida, de allí la necesidad de entender la praxis social como una “unidad inseparable de reflexión y la acción, la importancia de la criticidad de los sujetos para que los procesos liberadores del campo popular se desplieguen en toda su potencialidad”. Es decir, que los actores de la comunidad den libertad a su mente para que en colectivo reflexionen y promuevan la criticidad desde su accionar para transformar su realidad de forma constructiva.

En cuanto a la relación cotidianidad-utopía en el paradigma emancipador, plantea autores que le ayudan a ofrecer una visión diferente de utopía, la cual ha sido cuestionada en la investigación por su lado oscuro o negativo, más que como plantea Freire, desde un sentido positivo, de esperanza, de algo alcanzable. De allí que visualiza la concientización como un doble requerimiento, que no sólo ofrezca lo negativo a lo no alcanzable sino también que ofrezca alternativas que lleven al logro del mismo. Por lo que presenta la postura de León, en cuanto a la utopía popular, la cual según la autora, lleve a develar la realidad del hombre desde su cotidianidad pero a la vez que le permita visualizar un mundo posible, un mundo que construye e interpreta el mundo imposible.

Ello implica, no ver los procesos de transformación social como acabados ni como realizaciones de verdades absolutas. La creatividad viene ligada a la idea de conciencia crítica de los sujetos para la acción transformadora. Y, con ello, a su empoderamiento de manera que permita su acción efectiva y sustentable, como un proceso de autotransformación real, en el que se gerencian los propios espacios de autonomía en la construcción de la sociedad, a través de vínculos acción-reflexión-transformación.

En lo que respecta a la Investigación Acción-Participativa la plantea como un método, a pesar de observaciones metodológicas criticadas por los neopositivistas, quienes aluden la falta de rigurosidad científica. Método que ofrece grandes aportes a la investigación social, donde los actores pasan a ser coparticipadores dirigidos o guiados por un equipo investigador o codirector, como actores de su propia investigación y transformación. En ella, interpretan su propia realidad y la transforman de forma proactiva, en donde todos pueden proyectar sus ideas, experiencias, vivencias, y expectativas desde la reflexión, la crítica y la acción.

Como método, la Investigación Acción-Participativa, debe considerar unos momentos, que según Rodríguez y Trillas (1992) son: planificar, actuar, observar y reflexionar, los que de alguna manera coinciden con los señalados por Elliott (1996), es decir, es un proceso cíclico o espiral de ciclos, dinámicos y grupales que permiten el ir y venir para replanificar y actuar hasta transformar su realidad.

Otra de las ideas que desarrolla el autor es, la complejidad y los procesos autoorganizativos, (autopiéticos): subjetividad y praxis social; donde la dinámica social la enfoca desde la complejidad, sus características y rasgos, que llevan a visualizarla desde los elementos emergentes que incrementan la diversidad y la multiplicidad de actores, hacia un nuevo orden social desde el caos, la incertidumbre, desorden y el orden que llevan a una aproximación de la teoría de la complejidad, donde considera unos principios: el dialógico (Morin; 1994), la recursión organizativa, lo hologramático, la adaptación y evolución conjunta, la no proporcionalidad de la relación causa-efecto, la sensibilidad a las condiciones iníciales.

Desde estos principios en el sistema complejo, se puede comprender una sociedad como megasistema con diversas interrelaciones entre las partes y entre estas y el todo, vista por Morín (1997) como una relación antropo-social, lo que lleva a considerar no sólo las relaciones biunívocas entre ambos, sino la naturaleza constitutiva de cada uno; en donde existe una interrelación estrecha entre el hombre y la sociedad. Según el autor el enfoque de la complejidad da la posibilidad de interpretar estas relaciones, en el cual el entorno juega un papel relevante en la misma.

El autor indica que en todo sistema debe distinguirse entre la condición de autorregulación como conservación y la autoorganización y autopoiésis, que implican la autotransformación del sistema. La autoorganización, según Morín (1997) es la articulación entre lo físico, lo biológico y lo cultural, dotada de autonomía organizacional, organísmica y existencial. Lo que indica que, el sistema autoorganizador se desprende del ambiente y se distingue de él, y de allí su autonomía y su individualidad, logrando la apertura y el intercambio que acompañan a todo proceso de la complejidad.

De igual manera, plantea diferentes concepciones de la autopoiésis, tales como: cualidades que tiene el sistema complejo para la autoproducción, autotransformación, que su auto referencia rige también en la producción de otros componentes, que se realiza a través de la retroalimentación positiva no lineales del sistema en su relación con el entorno.

En cuanto a la sociedad, praxis, subjetividad y transformación social, el autor plantea los propósitos del trabajo como es: explorar las condiciones teóricas y prácticas del desarrollo humano para la transformación social desde las prácticas cotidianas, el cambio de subjetividad y de diseños sociales. De igual manera, plantea la complejidad de los temas, a pesar de que la subjetividad no es nuevo, señalando la dicotomía entre lo subjetivo y lo objetivo, lo cual tiende a resolverse desde el concepto de intersubjetividad.

Desde esta perspectiva, afirma que la subjetividad individual y social se construye en la interrelación entre el hombre y su contexto social y natural, en el marco de su cotidianidad; indicándolo así mismo, como un producto histórico-cultural. Seguidamente, refiere a Marx para abordar el problema de la apropiación y el modo en el que el individuo participa en la sociedad, asumiendo diferentes actividades y manteniendo diversos vínculos sociales. Lo que indica una interacción social constante de la vida cotidiana, donde emergen relaciones sociales, para integrarse y participar en el ámbito de las normas y valores en la transformación de las prácticas cotidianas.

En síntesis, el autor ofrece alternativas desde ópticas tercermundistas, latinoamericanas y emancipatorias que desde las ciencias sociales aporta nuevas visiones para la transformación social y política bajo el enfoque del paradigma emancipatorio y de complejidad; así mismo hace énfasis en la reflexividad y la creatividad social para el desarrollo integral humano. Donde se problematice la actividad cotidiana, a partir de la existencia de conflictos, interacción compleja en las redes sociales–conectividad, alternativas posibles de desarrollo autoorganizativo que den cabida a las emergencias en la transformación de abajo–arriba en la dialéctica con los procesos de arriba–abajo, etc.

Desde el paradigma emancipatorio, se espera propiciar y fortalecer la autonomía integradora de los diferentes actores para el libre desenvolvimiento en su contexto, que les lleve a poner en práctica la Investigación Acción-Participativa, para un investigar, actuar y participar activamente en conjunto y, el logro, no sólo de develar la realidad que les afecta sino también para visualizar, reflexionar y actuar para transformarla.

D´Angelo, Ovidio (2005). Autonomía Integradora y Transformación social: El desafío ético emancipatorio de la comlejidad. Colombia.

Elliot, J. (1996). El cambio educativo desde la investigación acción. España: Morata.

Morín, E. (1997). Introducción al Pensamiento complejo.España: Gedisa.

Rodríguez, M. y Trillas J. (1992). Cómo planificar la Investigación Acción. Barcelona: Laertes